enfermedad de Parkinson
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CA: Medicina – Anatomopatología – Neurología.

CT: La Enfermedad de Parkinson es una enfermedad que afecta al sistema nervioso en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos. Fue descrita por primera vez en el año 1817 por el médico inglés James Parkinson. La Enfermedad de Parkinson es un proceso crónico que pertenece a un grupo de trastornos que tienen su origen en la degeneración y muerte progresiva de unas neuronas, las dopaminérgicas, cuyo neurotransmisor primario es la dopamina y que cumplen funciones en el sistema nervioso central. Es debido a estas características, que se considera una enfermedad neurodegenerativa.
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se manifiestan una vez se produce una importante pérdida de las neuronas encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular. Esta pérdida neuronal se localiza en la zona de unión entre el cerebro y la médula espinal, el tronco del encéfalo, particularmente en aquellas neuronas que se hallan en un núcleo llamado sustancia negra y más concretamente, en una porción de este núcleo que se denomina la parte compacta. La sustancia negra recibe este nombre debido a que algunas neuronas de este núcleo se encargan de producir un pigmento que se llama melanina y que le confiere una coloración oscura.

F: FEP – http://www.fedesparkinson.org/index.php?r=site/page&id=19&title=Qu%C3%A9_es_la_enfermedad_de_Parkinson&idm=36 (consulta: 14.12.2013)

DEF: Enfermedad neurológica que se identifica clínicamente por la presencia de temblor, acinesia y rigidez, aunque los pacientes presentan muchas otras manifestaciones motoras, como alteraciones de la postura y de la marcha, además de hiposmia, alteraciones vegetativas y del sueño, trastornos neuropsicológicos y cognitivos.

F: DTMe (consulta: 12.12.2013)

N: 1. – enfermedad (nf): Del latín infirmĭtas, -ātis. Alteración más o menos grave de la salud.
– de (prep): Del latín de. Denota posesión o pertenencia.
– Parkinson (np): Antropónimo, del apellido del médico inglés, James Parkinson (1755-1824), que describió la enfermedad de Parkinson en 1817.
. CIE-10: G20.
2. Existen referencias muy antiguas en los tratados ayurvédicos indios y en textos chinos del siglo I a. C. que ya mencionan síntomas como la hipersalivación, el temblor, la rigidez generalizada o la somnolencia, que podrían hacer pensar en la sintomatología propia de la enfermedad de Parkinson (EP).
También se cuenta con referencias en la Biblia (Libro de Job y Eclesiastés) y en textos egipcios. Galeno de Pérgamo (129-199) describió el temblor y estableció las diferencias entre el temblor de reposo y el del movimiento intencionado. Existen algunas descripciones del siglo XVIII que muy bien podrían corresponderse con esta enfermedad, por ejemplo Johannes B. Sagar (1732-1813) mencionaba haber visto en Viena a un hombre que corría involuntariamente sin posibilidad de parar (marcha festinante) y que sufría hipersalivación o ptialismo, síntomas propios de la EP.
Asimismo, John Hunter (1728-1793) describió un caso de un paciente con temblor en las manos.
En 1817, James Parkinson publicó el que puede considerarse el primer tratado sobre la enfermedad que lleva su nombre, y que entonces se denominó ‘parálisis agitante’.
Así pues, James Parkinson (1755-1824), médico inglés, describió la enfermedad de Parkinson en 1817 y John Parkinson (1885-1976), cardiólogo inglés, describió el síndrome de Wolff-Parkinson-White en 1930.
3. La primera vez que aparece en un documento en español registrado por el CORDE es en 1912. Autor: Salvador Albasanz Echevarría. Título: Organoterapia y Opoterapia. Sus indicaciones, ventajas e inconvenientes. País: España. Tema: 15.Medicina. Publicación: Talleres tipográficos de Pedro Carra (Zaragoza), 1912.
No hay resultados en el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española (NTLLE), en el que habría que buscar el término por separado.
4. Hay una degeneración preferente de la sustancia negra compacta, cuyas neuronas contienen inclusiones inmunorreactivas para la α-sinucleína denominadas cuerpos y neuritas de Lewy. Estas inclusiones se encuentran en otros muchos núcleos del tronco cerebral, la vía olfativa y la corteza cerebral. La causa de la enfermedad de Parkinson es desconocida en la mayoría de los casos, que son esporádicos. Se han descrito unas diez variedades de enfermedad de Parkinson genéticamente determinada. No existe hoy día tratamiento etiopatogénico. La lesión de las neuronas de la sustancia negra compacta produce un intenso déficit dopaminérgico en el cuerpo estriado, y su reposición mediante levodopa o agonistas dopaminérgicos permite la mejoría sintomática de los pacientes durante varios años, aunque a costa de efectos secundarios importantes en forma de discinesias y oscilaciones incontrolables de la respuesta a los fármacos. Para los pacientes en esa situación crónica, la estimulación mediante electrodos implantados en el núcleo subtalámico es una alternativa de tratamiento. El carácter degenerativo de la enfermedad empobrece el pronóstico a largo plazo especialmente cuando aparecen trastornos del equilibrio y de la marcha y demencia. El tratamiento con células madre parece esperanzador.
5. Con frecuencia abreviado a Parkinson, especialmente en el registro coloquial; en los textos médicos se desaconsejan las formas lexicalizadas «párkinson» y «párquinson».
6. No debe confundirse con ‘parkinsonismo’ (cada uno de los síndromes rígido-acinéticos con características semiológicas atípicas para el diagnóstico clínico de la enfermedad de Parkinson).
7. De momento se desconoce el origen de la enfermedad, exceptuando los casos inducidos por traumatismos, drogodependencias y medicamentos, y algunas formas hereditarias en ciertos grupos familiares. Existen numerosas teorías que intentan explicar el deterioro neurológico que produce esta patología. Se cree que algunos pesticidas y toxinas, junto a cierta predisposición genética, podrían ser los desencadenantes de la enfermedad. También se estudia la posibilidad de que el origen se encuentre en los radicales libres, moléculas que desencadenan un proceso de oxidación que daña los tejidos y las neuronas. El genético es otro de los factores barajados como causantes de esta patología. Existen algunas formas de Parkinson hereditarias en algunos grupos de familias, por lo que la investigación genética puede ayudar a comprender el desarrollo y funcionamiento de la enfermedad.
8. Los síntomas típicos son los siguientes: temblor, rigidez, bradicinesia, inestabilidad, depresión, tragar y masticar, problemas urinarios, estreñimiento, trastornos del sueño, rostro y acinesia.
9. La Ortografía académica establece que en las denominaciones de enfermedades que incluyen un nombre propio se ha de respetar la mayúscula de este (enfermedad de Parkinson); pero añade que, «cuando el nombre propio pasa por sí solo a designar la enfermedad, se convierte en un nombre común, que debe escribirse con minúscula inicial y someterse a las reglas ortográficas del español: Su padre tenía párkinson».
10. Respecto al lema en inglés Parkinson, Fernando A. Navarro comenta que en el registro periodístico y coloquial se ve cada vez más el uso aislado de este apellido en sentido nosográfico, relativamente frecuente en inglés. En los textos científicos, Navarro desaconseja este uso coloquial de «el Parkinson» o «el párkinson» (coloquialismo admitido ya por la RAE desde el año 2001) para referirse a la enfermedad de Parkinson (o síndrome de Parkinson, según corresponda).
Respecto al lema en inglés Parkinson’s syndrome, Navarro aclara que los médicos suelen distinguir claramente entre Parkinson’s syndrome (síndrome de Parkinson, síndrome parkinsoniano o parkinsonismo: entidad clínica caracterizada por temblor, hipertonía, hipocinesia y alteración de la marcha, independientemente de cuál sea su causa [infecciones, intoxicaciones, tumores cerebrales, traumatismos, accidentes cerebrovasculares, yatrogenia, etc.]) y Parkinson’s disease (enfermedad de Parkinson: forma idiopática del síndrome de Parkinson, de causa desconocida).
11. Interrelación cultural: Podemos mencionar, entre otras obras, Despertares (1973) y El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (1985) del neurólogo Oliver Sacks (1933-2015), El Parkinson y yo: una lucha contra la enfermedad (2003) de María Moreno, Elena sabe (2007) de Claudia Piñeiro y El Parkinson por dentro (2012) de Arturo Roldán.
También películas como 12 horas (2001) de Raúl Marchand Sánchez, ¡Buen viaje, excelencia! (2003) de Albert Boadella y Exquisito cadáver (2010) de Adolfo Martínez.

F: 1. DLE – https://dle.rae.es/enfermedad?m=form; https://dle.rae.es/de?m=form (consulta: 3.01.2021); DTMe – https://dtme.ranm.es/buscador.aspx?NIVEL_BUS=3&LEMA_BUS=Parkinson (consulta: 3.01.2021). 2. http://www.neurologia.com/pdf/web/5803/bl030133.pdf (consulta: 9.02.2016); DTMe (consulta: 12.12.2013). 3. CORDE (consulta: 9.02.2016); NTLLE (consulta: 3.01.2021). 4 a 6. DTMe (consulta: 12.12.2013). 7 y 8. DM – http://goo.gl/JIRq5j (consulta: 12.12.2013). 9. FUNDÉU – http://goo.gl/Td29bz (consulta: 19.02.2016). 10. COSNAUTAS/LIBRO ROJO (consulta: 12.05.2016). 11. http://www.neurologia.com/pdf/web/5803/bl030133.pdf (consulta: 8.02.2016).

SIN: desus.: parálisis agitante

F: DTMe (consulta: 12.12.2013)

RC: biperideno, corea, enfermedad de Fahr, ubicuitina, demencia.