CG: nf
CA: Medicina – Anatomopatología – Neurología.
CT: La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios. Los síntomas aparecen lentamente. El primero puede ser un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque el trastorno también puede causar rigidez o una disminución del movimiento.
En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. El habla puede volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que la afección evoluciona.
A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas. En ocasiones, el proveedor de atención médica puede sugerir una cirugía para regular determinadas zonas del cerebro y mejorar los síntomas.
F: MAYOCLIN – https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/parkinsons-disease/symptoms-causes/syc-20376055 (consulta: 18.08.2024)
DEF: Enfermedad neurológica que se identifica clínicamente por la presencia de acinesia, rigidez y temblor de inicio focal; a lo largo de la evolución, o en personas con mayor edad, aparecen otras manifestaciones motoras como alteraciones de la postura y de la marcha, y no motoras como hiposmia, disautonomía, trastornos del sueño REM y deterioro cognitivo.
F: DPTM – https://dptm.es/dptm/?k=Parkinson (consulta: 18.08.2024)
N: 1. – enfermedad (nf): Del latín infirmĭtas, -ātis. Alteración más o menos grave de la salud.
– de (prep): Del latín de. Denota posesión o pertenencia.
– Parkinson (np): Antropónimo, del apellido del médico inglés, James Parkinson (1755-1824), que describió la enfermedad de Parkinson en 1817.
- Nomenclaturas del epónimo «enfermedad de Parkinson»: SNOMED-CT: 49049000 y CIE-10: G20.
- La pronunciación original aproximada del antropónimo es /párkinson/.
- El adjetivo correspondiente al antropónimo es «parkinsoniano».
- Existen referencias muy antiguas en los tratados ayurvédicos indios y en textos chinos del siglo I a. C. que ya mencionan síntomas como la hipersalivación, el temblor, la rigidez generalizada o la somnolencia, que podrían hacer pensar en la sintomatología propia de la enfermedad de Parkinson (EP).
También se cuenta con referencias en la Biblia (Libro de Job y Eclesiastés) y en textos egipcios. Galeno de Pérgamo (129-199) describió el temblor y estableció las diferencias entre el temblor de reposo y el del movimiento intencionado. Existen algunas descripciones del siglo XVIII que muy bien podrían corresponderse con esta enfermedad, por ejemplo Johannes B. Sagar (1732-1813) mencionaba haber visto en Viena a un hombre que corría involuntariamente sin posibilidad de parar (marcha festinante) y que sufría hipersalivación o ptialismo, síntomas propios de la EP.
Asimismo, John Hunter (1728-1793) describió un caso de un paciente con temblor en las manos.
En 1817, James Parkinson publicó el que puede considerarse el primer tratado sobre la enfermedad que lleva su nombre, y que entonces se denominó ‘parálisis agitante’.
Así pues, James Parkinson (1755-1824), médico inglés, describió la enfermedad de Parkinson en 1817 y John Parkinson (1885-1976), cardiólogo inglés, describió el síndrome de Wolff-Parkinson-White en 1930.
2. La primera vez que aparece en un documento en español registrado por el CORDE es en 1912. Autor: Salvador Albasanz Echevarría. Título: Organoterapia y Opoterapia. Sus indicaciones, ventajas e inconvenientes. País: España. Tema: 15.Medicina. Publicación: Talleres tipográficos de Pedro Carra (Zaragoza), 1912.
No hay resultados en el Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española (NTLLE), en el que habría que buscar el término por separado.
3. Hay una degeneración inicial preferente de la sustancia negra compacta, cuyas neuronas contienen inclusiones inmunorreactivas para la sinucleína α, denominadas cuerpos y neuritas de Lewy. Estas inclusiones se encuentran en otros muchos núcleos del tronco cerebral, la vía olfativa y la corteza cerebral. La causa de la enfermedad de Parkinson es desconocida en la mayoría de los casos, que son esporádicos. Se han descrito unas diez variedades de enfermedad de Parkinson genéticamente determinada. No existe actualmente tratamiento etiopatogénico. La lesión de las neuronas de la sustancia negra compacta produce un intenso déficit dopaminérgico en el cuerpo estriado. La reposición de dopamina mediante levodopa o agonistas dopaminérgicos permite la mejoría sintomática de las personas con esta enfermedad durante varios años. Con el tiempo y el uso crónico de la medicación, aparecen efectos secundarios importantes en forma de discinesias y oscilaciones incontrolables de la respuesta a los fármacos. Para las personas en esa situación crónica, la estimulación mediante electrodos implantados en el núcleo subtalámico o, más recientemente, mediante ultrasonido focalizado (que no precisa intervención quirúrgica) es una alternativa de tratamiento.
4. En los textos médicos se desaconsejan las formas lexicalizadas «párkinson» y «párquinson».
- No debe confundirse con → parkinsonismo (Cada uno de los síndromes rígido-acinéticos con características semiológicas atípicas para el diagnóstico clínico de la enfermedad de Parkinson. Los principales son la parálisis supranuclear progresiva, la atrofia multisistémica y el parkinsonismo vascular por infartos subcorticales múltiples).
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Con frecuencia abreviado a Parkinson, especialmente en el registro coloquial; en los textos médicos se desaconsejan las formas lexicalizadas «párkinson» y «párquinson».
5. La Ortografía académica establece que en las denominaciones de enfermedades que incluyen un nombre propio se ha de respetar la mayúscula de este (enfermedad de Parkinson); pero añade que, «cuando el nombre propio pasa por sí solo a designar la enfermedad, se convierte en un nombre común, que debe escribirse con minúscula inicial y someterse a las reglas ortográficas del español: Su padre tenía párkinson».
6. Respecto al lema en inglés Parkinson, Fernando A. Navarro comenta que en el registro periodístico y coloquial se ve cada vez más el uso aislado de este apellido en sentido nosográfico, relativamente frecuente en inglés. En los textos científicos, Navarro desaconseja este uso coloquial de «el Parkinson» o «el párkinson» (coloquialismo admitido ya por la RAE desde el año 2001) para referirse a la enfermedad de Parkinson (o síndrome de Parkinson, según corresponda).
Respecto al lema en inglés Parkinson’s syndrome, Navarro aclara que los médicos suelen distinguir claramente entre Parkinson’s syndrome (síndrome de Parkinson, síndrome parkinsoniano o parkinsonismo: entidad clínica caracterizada por temblor, hipertonía, hipocinesia y alteración de la marcha, independientemente de cuál sea su causa [infecciones, intoxicaciones, tumores cerebrales, traumatismos, accidentes cerebrovasculares, yatrogenia, etc.]) y Parkinson’s disease (enfermedad de Parkinson: forma idiopática del síndrome de Parkinson, de causa desconocida).
7. Interrelación cultural:
- Realidad: Podemos mencionar al boxeador estadounidense Muhammad Ali, nacido como Cassius Marcellus Clay, Jr. (1942-2016). En 1984, poco después de su retiro, Ali fue diagnosticado de Parkinson, una enfermedad que ataca las neuronas que producen dopamina, el químico cerebral que ayuda a controlar los movimientos musculares y a regular las emociones. Ya su cuerpo temblaba mucho y hablaba con dificultad. El hombre que hizo del boxeo una danza, no podía atarse los zapatos sin ayuda.
También cabe citarse al actor estadounidense Michael J. Fox, entre otros. - Ficción: Podemos mencionar, entre otras obras, Despertares (1973) y El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (1985) del neurólogo Oliver Sacks (1933-2015), El Parkinson y yo: una lucha contra la enfermedad (2003) de María Moreno, Elena sabe (2007) de Claudia Piñeiro y El Parkinson por dentro (2012) de Arturo Roldán.
También películas como 12 horas (2001) de Raúl Marchand Sánchez, ¡Buen viaje, excelencia! (2003) de Albert Boadella y Exquisito cadáver (2010) de Adolfo Martínez.
F: 1. DLE – https://dle.rae.es/enfermedad?m=form; https://dle.rae.es/de?m=form (consulta: 3.01.2021); DTMe – https://dtme.ranm.es/buscador.aspx?NIVEL_BUS=3&LEMA_BUS=Parkinson, https://dptm.es/dptm/?k=Parkinson, https://dptm.es/dptm/?term=1774579 (consulta: 18.08.2024) ; DPTM – https://dptm.es/dptm/?k=Parkinson (consulta: 18.08.2024); NEURO – http://www.neurologia.com/pdf/web/5803/bl030133.pdf (consulta: 9.02.2016); FCB. 2. CORDE (consulta: 9.02.2016); NTLLE (consulta: 3.01.2021). 3 y 4. DPTM – https://dptm.es/dptm/?k=Parkinson, https://dptm.es/dptm/?term=1774618 (consulta: 18.08.2024). 5. FUNDÉU – https://www.fundeu.es/recomendacion/parkinson-escritura-correcta-571/ (consulta: 18.08.2024).. 6. COSNAUTAS/LIBRO ROJO (consulta: 12.05.2016). 6. Univision – https://www.univision.com/noticias/parkinson/fue-el-boxeo-culpable-del-parkinson-de-muhammad-ali (consulta: 18.08.2024); La Vanguardia – https://www.lavanguardia.com/cribeo/estilo-de-vida/20200411/48398917955/famosos-padecen-parkinson-lucharon-enfermedad.html (consulta: 18.08.2024); NEURO – http://www.neurologia.com/pdf/web/5803/bl030133.pdf (consulta: 8.02.2016).
SIN: mal de Parkinson, Parkinson (coloquial), párkinson (coloquial), párquinson (coloquial), parálisis agitante (infrecuente).
F: DPTM – https://dptm.es/dptm/?k=Parkinson (consulta: 18.08.2024)
RC: biperideno, corea, demencia, dopamina, enfermedad de Fahr, ubicuitina.