esmog
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CG: nm

CA: Ciencias atmosféricas – Meteorología; Ciencias medioambientales – Protección del medio ambiente – Contaminación atmosférica.

CT: La ciudad de Pekín, una de las más contaminadas del mundo, consiguió que el pasado enero no hubiera ni un solo mes de esmog, la primera vez desde 2013 que no se producen altos índices de contaminación en un mes del periodo otoño-invierno, cuando el uso de calefacción aumenta los riesgos medioambientales.
Según informó el gobierno local de la capital, la concentración media de partículas PM 2.5 en el aire (las más pequeñas y nocivas) fue el mes pasado de 34 microgramos por metro cúbico, lejos de periodos de máxima alerta en temporadas anteriores en los que se llegaron a superar los 500 microgramos.
Hasta 25 de los 31 días del primer mes de 2018 registraron una calidad del aire “buena” según los estándares, lo que produjo inusuales jornadas de cielo azul.

F: EFEVerde – http://cort.as/-GlR9 (consulta: 12.04.2019)

DEF: Niebla mezclada con humo y partículas en suspensión, propia de las ciudades industriales.

F: DLE – http://cort.as/-GlGV (consulta: 12.04.2019)

N: 1. Adaptación fonética y gráfica del acrónimo inglés smog (de smoke ‘humo’ y fog ‘niebla’).
Uso frecuente: «smog».
2. La primera vez que aparece en un documento en español registrado por el CORDE es en 1947 – a 1975, pero como «smog». Autor: Néstor Almendros. Título: Cinemanía. País: España. Tema: 16.Artes visuales o audiovisuales. Publicación: Seix Barral (Barcelona), 1992.
Como «esmog» no hay resultados en el CORDE, pero sí en el CREA (el primer resultado es de 1980).
Según el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española (NTLLE), aparece recogido por primera vez en el diccionario ACADEMIA MANUAL TOMO VI (Sal-Zuzón) de 1985, pero como «smog» y no «esmog» para el que no hay resultados.
Como «neblumo», no hay resultados en el CORDE, pero sí en el CREA (el primer resultado es de 1976).
Ningún resultado como «neblumo» en el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española (NTLLE).
3. El esmog se emplea para hablar de una niebla contaminante que se produce en las grandes ciudades durante los largos períodos de altas presiones (anticiclones) que impiden que los contaminantes se disipen.
Existen dos tipos de esmog:

  • Esmog ácido. Formado por la alta concentrción de partículas en suspensión (humos), SO2 procedente de vehículos, calefacciones e industrias, que se combinan con nieblas, donde la atmósfera tiene una alta humedad y situación anticiclónica. Es característico de ciudades frías y húmedas, en invierno, y causado por contaminantes primarios. Produce alteraciones respiratorias (afectan más a los asmáticos), y perjudica a las hojas de las plantas.
  • Esmog fotoquímico. Se produce cuando reaccionan los óxidos de nitrógeno e hidrocarburos procedentes de la quema de combustibles fósiles, con la energía de la radiación solar ultravioleta, originando una nube de contaminantes oxidantes como el ozono troposférico. Origina irritación de ojos, mucosas y piel, problemas respiratorios, alergias, problemas cardiovasculares, etc.

4. En el Diccionario español de ingeniería (DEI) este término aparece recogido en su forma inglesa, pero en redonda: smog.

  • Técnica medioambiental: Aire contaminado por la combustión principalmente de carbón en Londres, Glasgow, Manchester y otras ciudades.

5. Tanto el Diccionario de la lengua española (DLE) como el Clave registran la adaptación «esmog», con la vocal «e» de apoyo antes de la «s», tal como ocurre en voces como «estrés», «esnob» o «esprínter».
El Diccionario panhispánico de dudas (DPD) señala que, del mismo modo que el anglicismo smog es un acrónimo formado a partir de smoke y fog, también se documenta el acrónimo «neblumo», creado a partir de «niebla» y «humo», aunque su uso es menos frecuente.
6. Fernando A. Navarro recomienda evitar los anglicismos *smog* y *esmog* (este último, admitido ya por la RAE en 2014) para designar la mezcla de niebla y humo industrial, típica de las grandes ciudades de clima húmedo, como Londres. Añade que puede traducirse por ‘niebla contaminada’, ‘bruma industrial’ o, si se quiere reproducir en español el juego de palabras original (contracción de smoke y fog), ¿por qué no ‘neblumo’ (admitido por la RAE en 2014), ‘humiebla’ o, mejor aún, ‘brumo’ (que tiene solo dos sílabas, igual que el anglicismo castellanizado)?
Asimismo, Navarro recuerda que debe tenerse en cuenta que el término smog está en uso en inglés desde hace cien años, y en este tiempo las características de la contaminación urbana han variado considerablemente. Ello puede tener importancia, por ejemplo, en un contexto químico, puesto que el smog de la primera mitad del siglo XX era de carácter reductor (por predominio de la contaminación por combustión del carbón, con humos ricos en dióxido de azufre), mientras que el smog de finales del siglo XX era de carácter oxidante (por predominio de la contaminación por combustión de derivados del petróleo, con humos ricos en ozono y otros agentes oxidantes).

F: 1. DLE – http://cort.as/-GlGV (consulta: 12.04.2019). 2. CORDE; CREA (consulta: 12.04.2019); NTLLE (consulta: 12.04.2019). 3. BioGeo – http://cort.as/-GlJT (consulta: 12.04.2019). 4. DEI – http://cort.as/-GlEj (consulta: 12.04.2019). 5. FUNDÉU – http://cort.as/-GlFE (consulta: 12.04.2019). 6. COSNAUTAS/LIBRO ROJO (consulta: 12.04.2019).

SIN: 1. neblumo. 2. niebla contaminada, bruma industrial, humiebla, brumo. (uso y contexto) (propuestas neológicas)

F: 1. DPD (consulta: 12.04.2019); COSNAUTAS/LIBRO ROJO (consulta: 12.04.2019); DLE – http://cort.as/-GlT3 (consulta: 12.04.2019). 2. COSNAUTAS/LIBRO ROJO (consulta: 12.04.2019).

RC: calima, niebla.