encefalopatía espongiforme bovina
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CG: nf

CA: Zoología; Veterinaria – Enfermedades por priones.

CT: Las repercusiones de la aparición de ciertas encefalopatías espongiformes transmisibles sobre la seguridad de las vacunas han captado la atención del Comité desde hace varios años. En algunas vacunas se utilizan como excipientes productos de origen animal, como la gelatina. Aunque es evidente que, para el hombre, el principal riesgo de exposición a las encefalopatías espongiformes transmisibles, tales como la encefalopatía espongiforme bovina, es alimentario y que el riesgo relacionado con las vacunas es teórico, la OMS ha recopilado directrices de reglamentación sobre medidas de precaución. En esas directrices se definen categorías de infectividad de los tejidos y se esbozan estrategias de gestión de riesgos, aplicables no solamente a las vacunas, sino también a los productos sanguíneos y farmacéuticos.

F: OMS – http://www.who.int/vaccine_safety/committee/topics/tse/jan_2005/es/ (consulta: 11.01.2018)

DEF: Encefalopatía espongiforme transmisible del ganado vacuno, descrita por vez primera en el Reino Unido en 1986 y caracterizada por un período de incubación prolongado de 3 a 5 años, cambios del comportamiento (agitación, nerviosismo), hiperestesia y ataxia.

F: DTMe – https://dtme.ranm.es/buscador.aspx?NIVEL_BUS=3&LEMA_BUS=encefalopat%C3%ADa%20espongiforme%20bovina (consulta: 21.08.2014); DPTM – https://dptm.es/dptm/?term=1609077 (consulta: 12.08.2024).

N: 1. – encefalopatía (nf): Término compuesto por la palabra «encéfalo» (del latín científico encephalos, y este del griego ἐγκέφαλος enképhalos) ‘conjunto de órganos que forman parte del sistema nervioso de los vertebrados y están contenidos en la cavidad interna del cráneo’ y el elemento compositivo «patía» (del latín -pathīa, y este del griego -πάθεια -pátheia, de la raíz παθ- path- ‘sufrir’, ‘experimentar’) ‘sentimiento’, ‘afección’, ‘dolencia’, ‘enfermedad’; documentado en francés desde 1839. Cualquier enfermedad o trastorno del cerebro.

– espongiforme (adj): Término formado por los elementos compositivos espongi- (de «esponjoso, sa», del latín spongiōsus, derivado de spongia ‘esponja’, ‘dicho de un cuerpo: Que es muy poroso, hueco y más ligero de lo que corresponde a su volumen’) y -forme (del latín -formis, de la raíz de forma) ‘en forma de’. Parecido a una esponja, muy poroso.

– bovina (adjf): Forma femenina del adejtivo «bovino, -na» (del latín bovīnus), ‘perteneciente o relativo al toro o a la vaca’.

  • Abreviatura: EEB.
  • Nomenclatura: CIE-10: A81.0

2. No hay resultados en el CORDE ni como «encefalopatía espongiforme bovina» ni como «enfermedad de las vacas locas».

El CREA sí recoge el término en sus dos formas (científica y coloquial):

  • encefalopatía espongiforme bovina: Añpo 1996. Autor: Prensa. Título: BC Cultural, 12/01/1996: CARNE DE LAS «VACAS LOCAS». PAÍS: España. Tema: 06.Salud. Publicación: Inter CD S.L. con el patrocinio de Grupo Planeta (Madrid), 1997.
  • enfermedad de las vacas locas: Año: 1996. Autor: Prensa. Título: ABC Cultural, 30/08/1996: LA NUEVA GEOGRAFÍA DE LAS EPIDEMIAS HUMANAS. PAÍS: España. Tema: 06.Salud. Publicación: Inter CD S.L. con el patrocinio de Grupo Planeta (Madrid), 1997.

No hay resultados en el Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española (NTLLE).

3. La Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) es el nombre científico de una enfermedad que es conocida coloquialmente como «enfermedad de las vacas locas» y que fue diagnosticada por primera vez en el Reino Unido en los años 80. Es una afección degenerativa del sistema nervioso central de los bovinos incurable, que se caracteriza por la aparición de síntomas nerviosos en los animales adultos, que progresivamente, concluye con la muerte del animal. La enfermedad está causada por un agente transmisible no convencional que es una proteina infecciosa denominada «prion».
Esta enfermedad se caracteriza por tener un periodo de incubación prolongado en torno a los 4 o 5 años.
Los síntomas de esta enfermedad están motivados por la acumulación del prión en las células neuronales, originando la muerte celular. Un análisis microscópico revela lesiones como vacuolas que dan al tejido nervioso un aspecto de esponja. La vía de transmisión de esta enfermedad conocida hasta la fecha es la ingestión por los animales de alimentos contaminados con el prión. Además, la información científica de que se dispone indica que existe un riesgo de transmisión de la madre afectada a los terneros nacidos de ella.

4. Los priones causales probablemente se transmiten, a través de alimentos contaminados de origen vacuno, a la especie humana, originando la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

No debe confundirse con «enfermedad de Creutzfeldt-Jakob»: Encefalopatía espongiforme rara del ser humano, caracterizada por una demencia de rápida evolución con movimientos anormales, ataxia y mioclonías, aunque se conocen asimismo otras presentaciones sindrómicas.

5. Nombres «políticamente correctos» para las enfermedades infectocontagiosas por Fernando A. Navarro:

  • Tiempo atrás, la cosa era sencilla: ante un nuevo microbio patógeno, una epidemia especialmente devastadora o una nueva enfermedad contagiosa, uno podía darle el nombre que mejor le pareciera. Por ejemplo, por la especie animal de procedencia: tifus murino, encefalitis equina, gripe aviar, peste porcina, enfermedad por arañazo de gato, encefalopatía bovina, fiebre de los conejos, toxócara canino, viruela de los simios… Pero a principios de los noventa, con el escándalo periodístico mundial de las «vacas locas» ( mad cow disease), se torció la cosa: la epidemia británica de encefalitis espongiforme bovina ocasionó pérdidas multimillonarias en el sector pecuario y redujo el consumo de carne de vacuno en todo el primer mundo. A partir de ese momento, cada epidemia asociada a un animal de consumo era una catástrofe para los ganaderos del sector correspondiente: pasó con la pandemia de gripe aviar del 2005 (desplome de la venta de huevos y pollos; en inglés la gripe aviar se llama chicken flu, literalmente «gripe de los pollos») y con la pandemia de gripe porcina del 2009 (de nuevo, caída mundial del consumo; y en países como Egipto, cientos de miles de cerdos sacrificados pese a que los pobres puercos no tenían nada que ver con la transmisión del virus).
    Los ganaderos, hartos de pagar el pato, exigieron que cesara la vieja costumbre de dar nombres de animales a mortíferas epidemias. Propusieron usar en su lugar topónimos, nombres geográficos: por ejemplo, el lugar de la primera descripción, que es un sistema de nominación también con amplia tradición en el ámbito de la microbiología y las enfermedades infecciosas: fiebre de Malta, gripe española, gripe asiática, gripe de Hong Kong, gripe rusa, fiebre manchada de las Montañas Rocosas, fiebre botonosa mediterránea, cólera asiático, encefalitis japonesa, blastomicosis europea, fiebre hemorrágica de Crimea y el Congo, encefalitis venezolana, fiebre del Valle del Rift, virus de Coxackie, virus de Marburgo, virus de Junín, virus de Norwalk, virus del Ébola, virus del Nilo Occidental… Pero, ¡ay!, fue peor el remedio que la enfermedad. Cuando en el 2009 se propuso en serio cambiar el nombre de ‘gripe porcina’ por el de ‘gripe mexicana’ o ‘gripe norteamericana’, los Gobiernos de México y de los Estados Unidos protestaron airadamente.

6. Respecto al término inglés: mad cow disease, Fernando A. Navarro aclara que en el ámbito de la Zoología, se olvida con frecuencia que los adjetivos carecen de plural en inglés. La traducción literal correcta no es enfermedad de la vaca loca, sino ‘enfermedad de las vacas locas’. En la mayor parte de los textos especializados, no obstante, es preferible abandonar en español esta denominación periodística y utilizar el nombre científico, mucho más descriptivo: ‘encefalopatía espongiforme bovina’ (EEB).
Ejemplo: Mad cow epidemic ended in 1999 (la epizootia de encefalopatía espongiforme bovina terminó en 1999).
En el ámbito médico, no es raro el uso impropio de vacas locas o enfermedad de las vacas locas en referencia a la «encefalopatía espongiforme humana» o «enfermedad de Creutzfeldt-Jakob».

7. Interrelación cultural: Cabe mencionar la película francesa ¿Qué es la vida? dirigida por François Dupeyron en 1999.

F: 1. DTMe – https://dtme.ranm.es/buscador.aspx?NIVEL_BUS=3&LEMA_BUS=encefalopat%C3%ADa%20espongiforme%20bovina (consulta: 21.08.2014); DLE – http://dle.rae.es/?id=F32rTkf; http://dle.rae.es/?id=S9E4VIm (consulta: 11.01.2018); DPTM – https://dptm.es/dptm/?term=1609077 (consulta: 12.08.2024). 2. CORDE (consulta: 23.07.2015); CREA (consulta: 23.07.2015); NTLLE (consulta: 12.08.2024). 3. Magrama – http://www.magrama.gob.es/es/ganaderia/temas/sanidad-animal-e-higiene-ganadera/informacion-sobre-eeb-para-ganaderos/eeb.aspx (consulta: 21.08.2014). 4. DTMe – https://dtme.ranm.es/buscador.aspx?NIVEL_BUS=3&LEMA_BUS=encefalopat%C3%ADa%20espongiforme%20bovina (consulta: 21.08.2014); DPTM – https://dptm.es/dptm/?term=1609077 (consulta: 12.08.2024). 5 y 6. COSNAUTAS/LIBRO ROJO (consultas: 23.07.2015 y 25.09.2024); FCB. 7. CampusUsal – http://campus.usal.es/~micromed/salud%20y%20cine/fichas_peliculas/que_es_la_vida.htm (consulta: 21.08.2014).

SIN: encefalopatía bovina espongiforme (variante léxica), enfermedad de las vacas locas (coloquial).

F: DPTM – https://dptm.es/dptm/?term=1609077 (consulta: 12.08.2024)

RC: ataxia, enfermedad, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, encefalopatía espongiforme transmisible.