diabetes
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CG: nf

CA: Medicina – Semiología y Patología.

CT: La diabetes es una enfermedad crónica que aparece debido a que el páncreas no fabrica la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, o bien la fábrica de una calidad inferior. La insulina, una hormona producida por el páncreas, es la principal sustancia responsable del mantenimiento de los valores adecuados de azúcar en sangre. Permite que la glucosa sea transportada al interior de las células, de modo que éstas produzcan energía o almacenen la glucosa hasta que su utilización sea necesaria. Cuando falla, origina un aumento excesivo del azúcar que contiene la sangre (hiperglucemia). De hecho, el nombre científico de la enfermedad es diabetes mellitus, que significa «miel».

F: DM – http://www.dmedicina.com/enfermedades/digestivas/diabetes (consulta: 21.11.2013)

DEF: Enfermedad metabólica caracterizada por eliminación excesiva de orina, adelgazamiento, sed intensa y otros trastornos generales.

F : DRAE@ (consulta: 21.11.2013)

N: 1. Del gr. diabētēs (diá ‘a través de’ + – ‘discurrir’ + –tēs ‘dedicado a’) ‘aparato por el que pasa agua’; aplicado a enfermedades con micciones frecuentes desde el s. II d. C.; docum. en esp. desde 1494.
2. En latín, diabetes tenía género masculino, pero en español se usa hoy de forma abrumadora con género femenino.
3. Según el Diccionario de Términos Médicos de la Real Academia Nacional de Medicina, el término ‘diabetes’ tiene dos acepciones:

  • desus. = poliuria. Esta acepción etimológica es hoy arcaica excepto en las expresiones diabetes mellitus y diabetes insípida.
  • diabetes mellitus (diabetes sacarina).

4. Desde Areteo de Capadocia (siglo I d. de C.), la palabra diabetes ha sido en medicina un nombre genérico que se daba a cualquier enfermedad caracterizada por secreción profusa de orina, con el significado de ‘poliuria’. En 1679, el médico inglés Thimas Willis descubrió el sabor dulce de la orina de muchos enfermos poliúricos y separó a estos en dos grupos clínicos: diabetes mellitus (del latín mellitus, endulzado con miel) y diabetes insipidus. En inglés han seguido utilizándose estos términos latinos hasta la actualidad. No así en los dos idiomas romances, que mantienen con el latín una relación más estrecha de confianza y rápidamente los adaptaron: en francés, a diabètes sucré (literalmente, ‘diabetes azucarada’) y diabète insipide; en español, a ‘diabetes sacarina’ (del latín saccharum, ‘azúcar’) y ‘diabetes insípida’. Todavía a comienzos del siglo XX, los médicos de todo el mundo seguían utilizando el termino ‘diabetes’ como sinónimo de ‘poliuria’, y hablaban de ‘diabetes sacarina’, ‘diabetes insípida’, diabetes azotúrica’, ‘diabetes renal’, ‘diabetes hidrúrica’, ‘diabetes anhepática’, ‘diabetes bronceada’, ‘diabetes hiperhepática, etc. Posteriormente, el descubrimiento de la insulina y la comprensión definitiva de la patogenia de la diabetes sacarina (alteración del metabolismo glucídico, con hiperglucemia y glucosuria, como consecuencia de una insuficiencia absoluta o relativa de insulina) han contribuido a restringir el término ‘diabetes’ a este único sentido. Hasta el punto de que hoy, si no se especifica, en inglés utilizan la palabra diabetes en el sentido de diabetes mellitus. En cualquier caso, el traductor no debe olvidar que ‘diabetes’ significa ‘poliuria’, y siguen vigentes en el lenguaje médico actual otras diabetes, como la insípida. Siempre que exista riesgo de confusión, así como la primera vez que se mencione en un texto, es preferible traducir diabetes por ‘diabetes sacarina’. Puede utilizarse sin problemas la forma abreviada ‘diabetes’ también en español, por supuesto, cuando por el contexto no haya riesgo alguno de confusión (como sucede con frecuencia).
5. La diabetes afecta al 6 % de la población. Las posibilidades de contraerla aumentan a medida que una persona se hace mayor, de modo que por encima de los setenta años la padece alrededor del 15 % de las personas. Es esencial educar a los pacientes para que controlen su diabetes de forma adecuada, ya que puede acarrear otras enfermedades tanto o más importantes que la propia diabetes: enfermedades cardiovasculares, neurológicas, retinopatía (afección ocular que puede conducir a la ceguera) o nefropatía (enfermedad del riñón). El momento de aparición de la enfermedad, así como las causas y síntomas que presentan los pacientes, dependen del tipo de diabetes de que se trate.
6. Interrelación cultural: Cabe destacar el vínculo que se establece entre este término y una de las probables enfermedades de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616):

  • «Siguen persistiendo numerosas lagunas sobre las causas definitivas de la enfermedad mortal de Cervantes Saavedra. A los diagnósticos emitidos de cirrosis hepática con desarrollo de una diabetes mellitus, y al de insuficiencia cardiaca, quizá debería añadirse la hipótesis, que cuenta con algunos argumentos a favor, de una uremia terminal con desarrollo de un síndrome nefrótico y anasarca como causa de su muerte».

F: 1 a 3. DTMe (consulta: 21.11.2013). 4. NAVARRO pp. 272-273. 5. DM – http://www.dmedicina.com/enfermedades/digestivas/diabetes (consulta: 21.11.2013); Navarro p. 136 (LIBRO ROJO). 6. http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0212-71992005000600010&script=sci_arttext (consulta: 22.04.2016); FCB.

SIN:
F:

RC: glucagón, hidropesía, hiperglucemia.