fiebre hemorrágica de Marburgo
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CG: nf

CA: Biología – Virología; Microbiología, Parasitología e Infectología.

CT: Hace 54 años, en 1967, unos brotes de fiebre hemorrágica surgieron simultáneamente en Marburgo y Frankfurt, Alemania, así como en Belgrado, en la antigua Yugoslavia, a consecuencia del trabajo científico que se llevaba a cabo en laboratorios de esas ciudades con tejidos de monos verdes africanos (Cercopithecus aethiops) importados de Uganda.

«En total fueron 32 casos que incluyeron a quienes trabajaron directamente con los tejidos de los monos, a familiares y otros individuos con los cuales tuvieron contacto y a tres médicos que los atendieron. La mortalidad en este grupo fue de 23 %», informa Luis Padilla Noriega, investigador del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

En un primer momento, la nueva enfermedad recibió el nombre de fiebre hemorrágica de Marburgo; sin embargo, desde hace algún tiempo se le conoce como enfermedad por el virus de Marburgo (EVM), en referencia al agente patógeno que la causa.

F: GUNAM – https://www.gaceta.unam.mx/virus-con-alta-letalidad-al-acecho-marburgo/ (consulta: 26.09.2024)

DEF: Fiebre caracterizada por la aparición de exantema y hemorragias en diferentes órganos, con una evolución mortal en más del 90 % de los casos. Está producida por un virus filamentoso ARN de cadena negativa, con envoltura, perteneciente a la familia Filoviridae.

F: DTMe (consulta: 1.12.2013); DPTM – https://dptm.es/dptm/?term=1645765 (consulta: 26.09.2024).

N: 1. – fiebre (nf): Del latín febris o febre(m) ‘fiebre’; documentado en español desde 1236.

  • Fenómeno patológico que se manifiesta por la elevación de la temperatura corporal de cualquier origen, que va acompañado por un aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, y que constituye un signo importante de alteración de la salud.

– hemorrágica (adjf): Forma femenina del adjetivo «hemorrágico, ca» formado a partir del sustantivo «hemorragia» (del latín haemorragĭa, y este del griego αἱμορραγία haimorragía) y el sufijo «-ica», de «-ico, ca», componente de palabra que forma adjetivos e indica relación.

  • De la hemorragia o relacionado con ella.
  • Que padece hemorragia, que cursa con hemorragia o que se acompaña de hemorragia.

– de (prep): Del latín de.

  • Denota posesión o pertenencia.

– Marburgo (np): Ciudad alemana del estado federado de Hesse.

  • El término «fiebre hemorrágica de Marburgo» es un epónimo toponímico que debe su nombre a la ubicación en la que se detectó por primera vez en personal de un laboratorio de Marburgo (Alemania) que había tenido contacto con tejidos infectados procedentes de monos verdes africanos.
  • Nomenclaturas del término «fiebre hemorrágica de Marburgo»: SNOMED-CT: 77503002 y CIE-10: A98.3.

2. No hay resultados en los corpus de la Real Academia Española (RAE).

Sin resultados en el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española (NTLLE) ni en el Diccionario Histórico de la Lengua Española (DHLE).

3. La enfermedad por el virus de Marburgo es una enfermedad grave, a menudo mortal, causada por el virus de Marburgo. El virus provoca en el ser humano una fiebre hemorrágica vírica grave caracterizada por fiebre, cefalea, dolor de espalda, dolor muscular, dolor abdominal, vómitos, confusión, diarrea y hemorragia en fases muy avanzadas.

La enfermedad por el virus de Marburgo se identificó por primera vez en Marburgo (Alemania) en 1967. Desde entonces, se ha informado de un número limitado de brotes en Angola, Kenya, la República Democrática del Congo, Sudáfrica y Uganda.

En 2023 se notificaron dos brotes separados de enfermedad por el virus de Marburgo en dos países: Guinea Ecuatorial y la República Unida de Tanzanía.

Aunque poco frecuente, la enfermedad por el virus de Marburgo sigue siendo una grave amenaza para la salud pública debido a su elevada tasa de mortalidad y a la falta de un tratamiento antivírico o una vacuna eficaces.

4. Nombres «políticamente correctos» para las enfermedades infectocontagiosas, por Fernando A. Navarro:

  • Tiempo atrás, la cosa era sencilla: ante un nuevo microbio patógeno, una epidemia especialmente devastadora o una nueva enfermedad contagiosa, uno podía darle el nombre que mejor le pareciera. Por ejemplo, por la especie animal de procedencia: tifus murino, encefalitis equina, gripe aviar, peste porcina, enfermedad por arañazo de gato, encefalopatía bovina, fiebre de los conejos, toxócara canino, viruela de los simios… Pero a principios de los noventa, con el escándalo periodístico mundial de las «vacas locas» ( mad cow disease), se torció la cosa: la epidemia británica de encefalitis espongiforme bovina ocasionó pérdidas multimillonarias en el sector pecuario y redujo el consumo de carne de vacuno en todo el primer mundo. A partir de ese momento, cada epidemia asociada a un animal de consumo era una catástrofe para los ganaderos del sector correspondiente: pasó con la pandemia de gripe aviar del 2005 (desplome de la venta de huevos y pollos; en inglés la gripe aviar se llama chicken flu, literalmente «gripe de los pollos») y con la pandemia de gripe porcina del 2009 (de nuevo, caída mundial del consumo; y en países como Egipto, cientos de miles de cerdos sacrificados pese a que los pobres puercos no tenían nada que ver con la transmisión del virus).
    Los ganaderos, hartos de pagar el pato, exigieron que cesara la vieja costumbre de dar nombres de animales a mortíferas epidemias. Propusieron usar en su lugar topónimos, nombres geográficos: por ejemplo, el lugar de la primera descripción, que es un sistema de nominación también con amplia tradición en el ámbito de la microbiología y las enfermedades infecciosas: fiebre de Malta, gripe española, gripe asiática, gripe de Hong Kong, gripe rusa, fiebre manchada de las Montañas Rocosas, fiebre botonosa mediterránea, cólera asiático, encefalitis japonesa, blastomicosis europea, fiebre hemorrágica de Crimea y el Congo, encefalitis venezolana, fiebre del Valle del Rift, virus de Coxackie, virus de Marburgo, virus de Junín, virus de Norwalk, virus del Ébola, virus del Nilo Occidental… Pero, ¡ay!, fue peor el remedio que la enfermedad. Cuando en el 2009 se propuso en serio cambiar el nombre de ‘gripe porcina’ por el de ‘gripe mexicana’ o ‘gripe norteamericana’, los Gobiernos de México y los Estados Unidos protestaron airadamente.

F: 1. DTMe (consulta: 1.12.2013); DPTM – https://dptm.es/dptm/?term=1645765, https://dptm.es/dptm/?k=fiebre, https://dptm.es/dptm/?k=hemorr%C3%A1gico (consulta: 26.09.2024); DLE – https://dle.rae.es/fiebre?m=form, https://dle.rae.es/hemorr%C3%A1gico, https://dle.rae.es/de?m=form, https://dle.rae.es/hemorragia?m=form, https://dle.rae.es/-ico#KsMjnBk (consulta: 26.09.2024); EEC (2003) p. 2076, volumen 7; GDLE (consulta: 30.09.2024; versión en CD-ROM). 2. CORDE (consulta: 26.09.2024); CREA (consulta: 26.09.2024); CORPES XXI (consulta: 26.09.2024); NTLLE (consulta: 26.09.2024); DHLE (consulta: 26.09.2024). 3. OMS – https://www.who.int/es/news-room/questions-and-answers/item/marburg-virus-disease (consulta: 26.09.2024). 4. Cosnautas/Libro rojo (consulta: 26.09.2024).

SIN: enfermedad de Marburgo, enfermedad por el virus de Marburgo, fiebre de Marburgo.

F: DPTM – https://dptm.es/dptm/?term=1645765 (consulta: 26.09.2024)

RC: fiebre, virus, virus de Marburgo.